miércoles, 24 de febrero de 2010

Una pequeña venganza...

Acabo de escuchar el partido del Sevilla en la radio, y al escuchar la melodía que abre cada partido de la Champions League he caído en la cuenta de algo…
Por suerte para mi, y aquí me voy a enrollar un poco, me gusta la música clásica, no sólo la barroca y renacentista, aunque he de reconocer que tengo debilidad por esos periodos.
Cuando digo que me gusta éste tipo de música, es por que quizás es la única con la que puedo sentir como me afecta, siempre he somatizado mucho las emociones, y siento como se expande mi pecho y la respiración se me hace más pesada… y de repente todo vibra en mi interior.
Y tengo amigos y conocidos que se jactan de que la música clásica les aburre… y además, serían incapaces de escucharla…
Seguro que muchos de ellos, mientras escuchaban esa canción desconocían que estaban escuchando a uno de los grandes, nada menos que al Sr. Georg Friedrich Händel…
Para más señas, un fragmento de Zadok the Priest, número de catálogo HWV 258, compuesto en 1727 por este caballero sajón, autor entre otras nimiedades de dar la forma definitiva al himno nacional inglés, que seguro que sonreirá desde su lugar en la inmortalidad…



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